estacionamiento de la Multiplaza Kabah, pertenecían al grupo de delincuencia organizada “Los Pelones”, y uno de ellos, Luis Miguel Raya Alvarado, trabajaba directamente con Juan Manuel López Gabourel, “El Tamaulipas”, detenido en Cancún, a finales de diciembre del año pasado, luego de la ejecución de un taxista y un contratista. Además, este sujeto también es pariente del ex judicial, Isidoro Raya Benítez, quien controla el narcomenudeo en la zona sur del estado, según detalló el procurador del estado, Gaspar Armando García Torres.
“Tenemos una referencia de que hay un vínculo de esta persona, hablamos del segundo occiso (Luis Miguel Raya), de que tenía trabajo directo con el "Tamaulipas", era la persona que se encargaba de rentar una de las casas de seguridad, logramos obtener una información que lo vinculan, pero además tiene parentesco con aquel ex judicial Raya Benítez que sabemos es una persona relacionada con la varios hechos de delincuencia organizada, lo cual sin duda nos llevas a que la línea más directa apunta a una cuestión de ajustes entre situaciones del narcotráfico”, dijo el Procurador.
El abogado del estado precisó que, de acuerdo a testigos que se encontraban con Baeza May, al momento de ser levantado, en la colonia irregular Calakmul, éste opuso resistencia, y en el forcejeo, se detonó un arma de fuego, que presumiblemente habría herido a uno de los verdugos, de allí la saña con la que fue ejecutado; ya que, como se recordará, el cuerpo de Baeza May apareció totalmente desmembrado, metido en bolsas de plástico, dentro de la camioneta Explorer, que fue abandonada en la Multiplaza, en tanto que el cuerpo de Luis Miguel Raya Alvarado, únicamente tenía unas cuantas heridas de arma punzocortante.
“Nos están refiriendo algunos detalles de que sí hubo un forcejeo cuando se intentaron llevar al desmembrado, el chatarrero, en el propio vehículo donde aparecieron y de hecho también hay versión de que en este forcejeo hubo la activación de un arma, encontramos el casquillo en la camioneta pero también estamos hablando que esto fue en uno de los captores que pudo haberse dado una lesión y posiblemente eso haya desembocado en la saña en la que este fue ejecutado”, detalló el abogado del estado.
Precisó que el “levantón” de los hoy occisos se dio el lunes 23 de enero, entre las ocho y nueve de la mañana, y los sujetos fueron asesinados ese mismo día, uno a las tres de la tarde y otro a las cuatro, de acuerdo a la necropsia; sin embargo, no fueron localizados sino hasta el miércoles 25 de enero.
En el caso de Luis Miguel Raya Alvarado, de ocupación taxista, no se cuenta con ningún dato de dónde pudo haber sido levantado, incluso, su padre, quien acudió a reclamar el cuerpo, señaló que casi no tenía contacto con su hijo, pues éste le había dicho que trababa en Mérida, y que “le estaba yendo bien”. El procurador García Torres manifestó que Raya Alvarado tenía una pareja, a quien están tratando de ubicar, en Chetumal, y quien podría aportar mayores datos sobre las actividades del occiso.
Sobre los datos que pudieran aportar las cámaras de seguridad de la Multiplaza, en cuyo estacionamiento fue dejada la camioneta Explorer con los dos cadáveres, el Procurador señaló que las imágenes son muy borrosas: “ya nos (las) proporcionaron, no refieren mucho, porque no abarcan todo, son imágenes muy borrosas pero ya incluso entrevistamos a las personas que acomodan los carros para tratar de ubicar a los responsables, seguimos rastreando todos los posible datos”.
García Torres agregó que también falta por determinar a quién pertenece la camioneta en la que fueron dejados los cuerpos. (NoticaribeNews)