La pasión se desbordó en las tribunas del Estadio Azteca, y no precisamente de los aficionados al futbol, sino entre seguidores y detractores del candidato a la Presidencia Enrique Peña Nieto, que llegaron hasta los golpes.

Poco antes de que concluyera la primera mitad del partido entre México y Guyana, un grupo de seguidores del ex gobernador mexiquense comenzó a gritar porras a favor del candidato, las cuales fueron contestadas por la gente que estaba a su alrededor.

Al no ver respuesta del público, los priistas decidieron abandonar la grada, pero cerca del tunel 51 comenzaron los golpes que se extendieron hasta los pasillos del Coloso de Santa Úrsula.

Elementos de la Policía del Distrito Federal tuvieron que intervenir para apagar los ánimos, sin embargo no hubo detenidos, sólo algunas personas con golpes menores.