Familia desalojada de la colonia Colosio convoca a marcha

La familia desalojada de la colonia Colosio de Playa del Carmen, realizará una marcha para exigir a las autoridades que atiendan su caso, luego de que, tras 15 años de habitar su predio, fueron lanzados a la calle; a través de un juicio emprendido por el abogado Carlos Solís Heredia, quien se ha especializado en este tipo de litigios.

El fin de semana pasado, José Ángel Albores Jiménez, persona de la tercera edad, fue sacado junto con su familia, de su predio ubicado en la calle 72 entre las avenidas 5 y 10, manzana 388, lote 10 de la populosa Luis Donaldo Colosio. De nada valió la protesta de sus vecinos, quienes apoyaron a la familia que llevaba habitando desde hace 15 años el lote; tampoco de nada sirvieron los recibos de pago de derechos, como predial, realizados a lo largo de los años, que José Ángel Albores, mostró; porque Solís Heredia traía consigo un orden judicial y contaba con el apoyo de la policía municipal para ejecutar el desalojo.

Desde su nueva “casa”, la acera de enfrente del que hasta el sábado pasado fue su predio, Flor Hortensia Álvarez Vázquez, pide el apoyo de sus vecinos para efectuar un plantón, y reclama que el gobernador Roberto Borge atienda su caso. Las paredes de su casa son ahora mantas en las que denuncia

“Pedimos la apoyo de todos los vecinos de la colonia Colosio para que nos apoyen con una marcha, porque si nosotros no hacemos un plantón en el municipio de Solidaridad, entonces las autoridades van a estar pisoteando nuestros derechos, y van a dar derechos a otras personas que son prestanombres, que ellos no tienen ningún derecho de estar peleando un predio que no habitan”, expresa Flor, quien se ha convertido en la voz de toda una familia: dos adultos mayores, una adolescente y cuatro niños.

Sin otro lugar a dónde ir, los muebles de la familia de Flor Hortensia Álvarez están a la intemperie. Sobre la mesa de madera colocan los platos a la hora de comer, como siempre, sólo que ahora en la calle. Una cama, tiene ahora de techo una sábana amarrada a un árbol; y las pocas pertenencias que tienen, se acomodan donde se puede, en la vía pública.

Con un español cortado, y como mejor puede, Flor Hortensia reclama los derechos constitucionales que parecen olvidados por todos, un pedazo de tierra, y que se ponga un alto a los acaparadores; que los jueces no se vendan y que los extranjeros no pisoteen a los mexicanos. Su origen es evidente, Flor y su familia pertenecen a esa extensa franja poblacional de millones de personas que en México padecen extrema pobreza y extrema ignorancia; ignorancia de la que se aprovechó Carlos Solís Heredia, quien es también director general de una asociación denominada Reorganización Continental de los Derechos Humanos.

“Pedimos la ayuda del gobernador (…) porque es una injusticia que el señor Carlos Heredia está haciendo en la colonia Luis Donaldo Colosio, que anda perjudicando a muchas personas; que él quiere despojar a las personas más humildes de la Colosio (…) Nosotros queremos saber si una persona debe contar con 20 lotes y con prestanombres”; cuestiona Flor, con un niño en brazos, que desde la calle, no entiende por qué ya no pueden entrar a lo que fue su casa.

Flor Hortensia Álvarez no entiende mucho de procesos legales, pero sabe que desde hace 15 años, su padre, junto con su familia, fueron parte de los cientos de paracaidistas que aprovecharon la invasión de una extensa franja de tierra; promovida por el entonces gobernador Mario Villanueva Madrid. Ella, su familia y sus vecinos saben que desde ese entonces, habitaban el lote 10, de la manzana 388 de la calle 72 de la colonia Luis Donaldo Colosio, donde apenas el año pasado, pudieron construir un pie de casa con el apoyo de la Secretaria de Desarrollo Social (Sedesol).

Su padre José Ángel Albores Jiménez formó parte de las cuadrillas de personas que llegaron a abrir brecha en la colonia Colosio, hace 15 años, cuando a uno y otro lado sólo había selva; cuando se terminaba la selva y seguía la selva. Cuando la zona urbana de Playa del Carmen estaba a una distancia impensable de lejos. El anciano y su familia padecieron allí la carencia total de servicios durante años enteros, la falta de luz, la escases de agua, la ausencia de transporte; sin embargo, la incertidumbre en la que quedaron cientos de predios tras la invasión, ha sido aprovechada por despojadores profesionales, como en el caso de la familia de Flor Hortensia Álvarez.

La mujer, madre soltera levanta la voz, lo único que le queda y pide: “(…) que los acaparadores de terrenos no anden perjudicando a las personas de la Colosio, y que le den un alto a la juez, que no ande haciendo estas injusticias porque somos gentes humilde; si ella está viendo lo que es el dinero, en puros dólares, pero también debe ver quién tiene el derecho; tiene que ver quiénes tienen sus papeles en regla”; reclama Flor.(NoticaribeNews)