Nuevamente el avión de Interjet presenta deficiencias que representan un riesgo para los pasajeros, pues desde ayer, el vuelo se demora mientras bajan y abordan los pasajeros, con una turbina encendida y no sirve la planta auxiliar para arrancar el motor.

En otras palabras, si apagan esa turbina, el avión no vuelve a encender sus motores.

La falla se encuentra en el APU (Auxiliar PowerUnit, Unidad de Poder Auxiliar en español), que es la turbina que se queda encendida mientras los motores están apagados.

Ésto sin duda representa un nuevo riesgo para los pasajeros de la aerolínea que hace algunos meses aquí en Chetumal vivieron minutos de angustia ante una falla en el tren de aterrizaje.

Como se recordará, apenas en septiembre de 2011, una falla mecánica en el tren de aterrizaje del avión de la línea Interjet, prolongó por más de 30 minutos su descenso en la pista del aeropuerto de Chetumal.

La aeronave logró superar el percance y aterrizar sin mayores incidentes, no hubo heridos, sólo pasajeros asustados.

El Airbus 350 matrícula 2545 de 150 asientos retornó a la ciudad de México con la mitad de sus boletos cancelados.

El vuelo de Interjet que conecta a Chetumal con la ciudad de México, estaba programado para aterrizar a las 11:30 horas, sin embargo, el piloto de la aeronave permaneció en el aire por más de 30 minutos debido a que el tren de aterrizaje, se atoró y no lograba bajar la llanta delantera que amortigua el contacto de la aeronave con la pista de aterrizaje.

Poco antes de aterrizar, en tableros de la cabina, los pilotos detectaron que existían problemas con el tren de aterrizaje y solicitaron apoyo a la torre de control, realizando un sobrevuelo para dar tiempo a que tomaran posiciones los equipos de seguridad activando los protocolos para desastres y el cierre momentáneo del espacio aéreo.

El vocero de Dirección del Centro de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Daniel Guarneros Aragón, confirmó que el avión reportó el problema a la torre de control y que se logró superar el incidente del tren de aterrizaje cuando la aeronave estaba en el aire y que por seguridad al descender se ubicó al final de la pista.

De la aeronave descendieron 103 pasajeros, entre los que se encontraban el escritor chetumaleño, Héctor Aguilar Camín, su esposa, la también escritora, Ángeles Mastretta, el director del Consejo Quintanarroense de Ciencia Y Tecnología, (COQCYT), Víctor Alcérreca Sánchez, la secretaria estatal de Cultura, Cora Amalia Castilla Madrid, entre otros.