Cuatro comandantes ejecutados en los últimos años

En los últimos siete años, el solitario combate de la Policía Municipal Preventiva (PMP) de Solidaridad en contra del narcomenudeo, le ha costado la vida a cinco miembros de la corporación, entre éstos cuatro comandantes, tres de los cuales, fueron ultimados en la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, así como el intento de ejecución del director general de Seguridad Pública, Tránsito y Bomberos (SPTyB), comandante, Rodolfo del Angel Campos. De los cobardes y sangrientos asesinatos, las autoridades únicamente han podido esclarecer dos al detener a los responsables.

La noche del jueves se atentó en contra de un comandante de la PMP, con la ejecución del policía primero, Irving Alejandro Canul Falcón, de 36 años de edad, originario del municipio Othón P. Blanco, Quintana Roo, quien fue acribillado por sicarios al servicio de “Los Pelones” con su cuñado Francisco Javier Pérez Torres, de aproximadamente 30 años, cuando se encontraban el interior de su automóvil, marca Nissan, tipo Tsuru, color azul, modelo antiguo, con placas de circulación UVR-56-57 del estado, frente a su casa en la calle 66 con avenida 35 en la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta.

La primera ejecución de un comandante de la PMP de Solidaridad, fue la de Carlos Hiram Ramírez Alvarado, en ese entonces de 29 años de edad, y fue perpetrado el amanecer del miércoles siete de septiembre del año 2005, recibió al menos ocho impactos de bala de los calibres .38 y .9 milímetros, cuando recién abordaba su automóvil frente a su domicilio en la manzana 18 de la avenida 40 de la populosa colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, y el asesinato fue atribuido al Crimen Organizado, por los constantes golpes que asestaban a los vendedores de drogas, deteniendo como responsables a Víctor Herrera Silva, hermano de “El Pantera”, zar del narcomenudeo en la Riviera Maya, y Julio César Vargas Mejía (a) “El Camaleón”, actualmente recluidos en el Centro de Retención Municipal en espera que el juez les dicte sentencia. Una doble ejecución fue cometida, cerca de las 08:45 horas del lunes 11 de agosto del año 2008, cuando un grupo de sicarios, con ráfagas de armas AR-15, ejecutó al subdirector Operativo y Sectorial de la PMP, comandante Manuel Jesús López Kantún, en ese entonces de 42 años de edad, y su escolta José Alfredo Gordillo Maldonado, en ese entonces de 29 años, en la calle 74 entre las avenidas 15 y 20 de la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuando recién salía de su casa a bordo de su patrulla. La doble ejecución fue atribuida a la organización criminal “Los Zetas”, y hasta la fecha sigue impune.

Intento de ejecución del jefe policíaco

Alrededor de las 15:15 horas del domingo 31 de julio del año pasado, sicarios al servicio de la organización criminal “Los Zetas”, pretendieron ejecutar al director general de Seguridad Pública Tránsito y Bomberos (SPTyB) de Solidaridad, comandante, Rodolfo del Angel Campos, cuando circulaba en un automóvil marca Volkswagen, tipo Bora, color azul marino, acompañado de su esposa, cuando se encontraba en la avenida Paseo de Las Palmas con calle Flor de Acanto, en el fraccionamiento Las Palmas, frente a un Oxxo, por un grupo de tres sicarios que viajaba a bordo de una Suburban blanca lo emboscaron, disparándole en 20 ocasiones con arma AR-15, calibre 2.23; sin embargo, por la sagacidad del jefe policíaco al maniobrar en reversa, sólo recibió dos impactos en el brazo derecho.

La penúltima ejecución perpetrada por el Crimen Organizado fue la de Mario Enoc Gómez Frías, de 23 años de Tabasco, comandante de la Policía Turística, quien el amanecer del viernes nueve de septiembre del año 2011, fue acribillado con ráfagas de arma larga AR-15, con siete impactos de bala, en el interior de su patrulla, frente a las instalaciones de su corporación en la céntrica avenida Benito Juárez, en tanto que su chofer-escolta, el policía, Luis Rafael Pérez Gómez, no obstante que recibió el mismo número de impactos logró sobrevivir al ataque, y como sucede usualmente los sicarios se dieron a la fuga sin problema alguno.