Aumenta mendicidad en la Riviera Maya

Atraídos por la bonanza económica, un buen número de indigentes en su mayoría provenientes del estado de Yucatán, arribaron a Playa del Carmen para subsistir debido a que en sus comunidades prevalece la crisis económica; mientras el DIF Solidaridad realiza operativos para regresarlos a sus lugares de origen, éstos vuelven a regresar.

Por las principales calles del centro de la ciudad con una lata, vaso, ánfora o la mano extendida, hombres, mujeres, niños y ancianos; ya sea con una discapacidad física o de condición humilde, se encuentran los “mendigos”, “limosneros” o “pordioseros”, como los conoce la gente.

Algunos recorren las calles moviéndose de un punto a otro y muchos más, toman una esquina de cruzamiento de calles con mayor tráfico vehicular y circulación de personas, para esperar a los conmovidos donantes.

Doña Rosa viene desde Valladolid, Yucatán, y desde diciembre dice que llegó a Playa del Carmen para recolectar dinero, ya que no cuenta con estudios y la situación económica en algunas comunidades yucatecas, no son buenas por la crisis económica y el cierre del año.

La fama de la Riviera Maya entre los indígenas y familias pobres, como un sitio en donde fluye el dinero, se ha extendido hacia aquellas fronteras, por ello, decidió probar suerte y aventurarse a venir a buscar dinero para subsistir, ya que el campo ya no da para trabajar.

“Esta difícil la situación, por eso tenemos que salir; a veces viajamos a Mérida para trabajar en casas, pero otras veces no resulta más pedir en la calle dinero, porque en cinco horas de trabajo, muchas veces sacamos para vivir dos días”, sostuvo.

Los indigentes son personas que, básicamente, carecen de vivienda adecuada y de ingresos propios. Asimismo, viven en una situación peor que la pobreza y marginación social. Normalmente, se relaciona a la palabra indigente con “ingreso insuficiente”.

Cabe mencionar que indigente es diferente de pobre. Un individuo se considera pobre, si su nivel de ingreso se encuentra debajo de un nivel mínimo de ingresos que le permita satisfacer sus necesidades básicas; e indigente, si éste no le permite satisfacer sus necesidades alimentarias.

En la Avenida Juárez y Quinta Avenida son donde más se pueden ver este tipo de personas, ejerciendo la indigencia, que aún no es tan grave como en otras uves, pero ya está presente.

Dominga Méndez, comerciante, destacó que el problema se ha visto crecer a raíz de la temporada de fiestas decembrinas, cuando mayor flujo de dinero hay en el municipio y que se trata de personas que llegan de otras localidades de Quintana Roo y de Yucatán.

El DIF señaló que estas personas al ser retiradas de la vía pública y revisar su historial, han encontrado que viven en otros lugares y están de paso, por lo que al regresarlos, éstos incluso vuelven a reincidir.

La institución mantiene dos recorridos diarios e incluso con guardias en fines de semana, para detectar a las personas que se dedican a esta actividad, con el fin de canalizarlos a programas de apoyo social según la necesidad que presenten y de esta manera retirarlos de la vía pública.

En coordinación con el departamento de Fiscalización del ayuntamiento, identifican qué tipo de personas son, es decir, si son adultos mayores, niños, discapacitados o que se encuentren en situaciones de extrema pobreza, para después hacer un estudio socioeconómico, en el que regularmente sale a relucir que provienen de otros municipios o localidades de estados vecinos.

En el caso de los menores en riesgo que han sido encontrados durante los recorridos del personal del DIF, han sido requeridos por la institución junto con sus familiares para corregir esta conducta y en el caso de ser reincidentes, se toman medidas por medio de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia para garantizar su protección.

El subdirector operativo de Proteccion Civil, Lucio Salvador Arguea, dijo que hasta el momento, a pesar del operativo permanente que realiza este departamento, para ubicar a personas en riesgo en la vía pública, principalmente por las bajas temperaturas, no han encontrado a ningún indigente que pudiera requerir de albergue, lo que hace suponer que están llegando a casas de familiares o amigos, para desarrollar esta actividad.

“En las noches y madrugada, no hemos detectado a ninguna persona y tampoco se nos ha reportado de la necesidad de que se brinde auxilio a alguna persona por pernoctar en la vía pública”, sostuvo.