Aun cuando se hable de avances sustanciales en cuanto al combate al incendio forestal “Tunich” ubicado en las inmediaciones del ejido Nuevo Lázaro Cárdenas, lo cierto es que existen necesidades y carencias que deberían de solucionar con celeridad; los principales temas a tratar durante la reunión de evaluación de los mandos castrenses y civiles, fue que uno de los helicópteros de la Secretaría de Marina podría abandonar la misión debido cuestiones técnicas, aunado a que una de las maquinarias para la apertura de guardarrayas se encuentra averiada.

La mañana de este miércoles, un helicóptero de la Semar provisto de una cisterna con capacidad de 2 mil 500 litros de agua inició con los sobrevuelos en el área del siniestro con la finalidad de verter el contenido en áreas estratégicas o donde consideren que el fuego está más vivo y de esta manera controlarlo por tierra; mientras que la Conafor realizó lo propio con un helicóptero de menores dimensiones y una cisterna con capacidad de mil 100 litros de carga líquida, con lo cual se busca reforzar y ayudar a los combatientes en tierra para que puedan ingresar hasta estos puntos y apagar definitivamente el fuego.

Después de una agotadora jornada de trabajo, alrededor de las seis de la tarde de este miércoles, los altos mandos castrenses, Protección Civil y Comisión Nacional Forestal (Conafor), sostuvieron una reunión de evaluación en la delegación de Puerto Aventuras, donde quedó de manifiesto que el principal problema al que se enfrentan es que una de las aeronaves pertenecientes a la Semar podría retirarse de los operativos, toda vez que las horas de vuelo programadas para su operación ya fenecen, lo cual lo obliga a trasladarlo hasta el estado de Veracruz para su servicio y mantenimiento.

Esta situación, vendría a ser una de las grandes problemáticas a las que se enfrentan los brigadistas que desde hace una semana ingresan hasta la zona roja, donde con esfuerzo y tenacidad realizan la apertura de guardarrayas apoyados con 3 maquinarias pesadas, de las cuales una se encuentra averiada, por lo que los mandos castrenses urgieron a la pronta reparación de ésta, pues aun cuando se hable de avances significativos, esta contingencia vendría a poner en riesgo todo el trabajo realizado hasta ahora.

Otra de las problemáticas a las que se enfrentan los brigadistas, es la falta de agua purificada para evitar la deshidratación, pues al día ingresan a la zona roja alrededor de 15 garrafones, los cuales son a todas luces insuficientes para los más de 200 elementos que cada día se enfrentan a las grandes lenguas de fuego, lo cual le corresponde a Protección Civil el proveer del vital líquido, sin embargo, el director general Genaro Alamilla Can no había realizado ninguna pronunciación al respecto, hasta ayer que fue prácticamente presionado cuando con voz tímida se comprometió a resolver esta situación.

Otro de los temas tratados, fue precisamente el de la implementación de los mandos de incidentes que aunque nadie lo quiso reconocer, tiene descontentos a la gran mayoría si no es que a todos, pues prácticamente le estarían cediendo el mando y coordinación de las acciones a gente que viene de la Unión Americana apoyado por la Conafor, lo cual prende los focos rojos en cuanto a la planeación y ejecución de los diversos operativos y sin lugar a dudas redundará en una baja significante en el rendimiento de la tropa.