Deben llevarse a cabo desarrollos siempre y cuando cumplan con las leyes ambientales, sin que a la vez se devasten los manglares como los que en la actualidad se llevan a cabo en la zona costera.

Luego que desde hace ya algún tiempo se vienen realizando desarrollos con material resistente en la zona costera, incluso sepultando la zona de manglar, existe inconformidad con los empresarios que tienen conciencia del daño ambiental que se viene dando en la zona.

En este sentido, Fernando Jiménez Soto, exdirigente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), dio a conocer que existe preocupación en la zona de Punta Piedra, pues por estar el juicio agrario con el juicio de los particulares no hay autoridad real, en lo que está sucediendo en el lugar, sobre todo en la zona de manglar.

Hay cada semana construcciones nuevas y no hay la presencia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), aunque han prometido que van a abrir una delegación, no se ve que haya una regulación de parte de las dependencias federales ambientales, así como de Desarrollo Urbano.

Jiménez Soto, empresario, dijo que antes que nada no debe de confundirse el entusiasmo de la apertura de un negocio con dejar que se haga cualquier tipo de construcción, ante ello las autoridades municipales deben de ser más estrictas en analizar cualquier proyecto nuevo en la zona costera, sobre todo en la parte del mangle.

“No se trata de abrir y dar licencias con la finalidad de ayudar al motor de la economía, hay que ver ese motor de la economía cuanto nos va afectar a futuro pues últimamente se han visto construcciones de cemento de alta densidad matando mangle que de nada ayuda en el futuro del destino; no van ayudar a la regularización actual”.

“Entonces si estamos cambiando el abrir una licencia que tal vez permita entren ingresos momentáneos por una destrucción de mangle incluso de imagen urbana que es lo más importante que hay que cuidar, vamos por un lado erróneo”, dijo.

Finalmente mencionó que las autoridades municipales deben meter mano dura y que la Profepa igual haga su parte cuando la gente actué por su cuenta, pues hay casos que escocidas levantan bardas y detrás destruyen el manglar y cuando los detectan ya piden permiso.