El último candidato en presentarse en el X Foro Nacional de Turismo fue el candidato presidencial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, quien expuso una visión por demás catastrofista de la situación del país: un turismo de masas con viajeros pobres y destinos turísticos “changarreros”; con nula sustentabilidad, desordenados, en decadencia y con zonas arqueológicas inmundas.

Más que una exposición de propuestas, Quadri expuso una serie de sentencias lapidarias sobre la situación del turismo, y prácticamente ninguna solución.

Ante el sector turístico reunido en la Riviera Maya, señaló que el turismo es uno de los sectores estratégicos para el desarrollo país, junto con la manufactura y la energía, diferenciadas de estas industrias porque a través del turismo se puede generar un círculo virtuoso para el desarrollo de México, no solamente en materia de ingresos o empleos, sino también en materia conservación de su patrimonio arqueológico, arquitectónico y de conservación de la naturaleza.

Subrayó la necesidad de preservar los elementos naturales que representan un capital, “especialmente en un mundo en donde la demanda turística es cada vez sofisticada, que tiene una dimensión más clara, más marcada, a favor de la calidad no solo de los servicios, de la infraestructura, sino de la calidad ambiental, de los valores escénicos, paisajísticos, de los ecosistemas, de las montañas, de las selvas de los bosques, esencialmente de las playas y también de las ciudades".

Gabriel Quadri señaló que para que México sea competitivo y sustentable a largo plazo, el sector turístico debe atenderse de manera integral, en el tema de infraestructura, de transporte, de los servicios, alojamientos y la conservación de la naturaleza; los cuales requieren de un ente que se encargue de atender todos estos aspectos.

Acapulco, da pena cómo se ha “changarrizado”

Criticó que México sólo le ha apostado al turismo de sol y playa, “un turismo que se vende al mayoreo, donde los destinos turísticos compiten con precios cada vez más bajos (…) vendiendo al mayoreo para llevar cientos o miles de turistas con baja capacidad de gasto, con bajo gasto percápita a destinos donde prevalecen los All Inclusive”, el cual no generar una derrama regional, ni local, y en cambio deja “profundos problemas de tipo urbano y ambiental”, señaló.

Como ejemplo del turismo de masas, el candidato presidencial de Nueva Alianza, citó el caso de Acapulco: “simplemente hay que ver lo que hicimos con Acapulco que hoy es una desgracia ir, ver como se destruyó el centro turístico, como se devastó el Acapulco tradicional, como no fuimos capaces de mantener un activo turístico que en su momento llegó a ser el destino turístico más prestigiado del mundo (…); hoy de veras que da pena ver cómo se ha changarrizado toda la costera (Miguel Alemán), cómo más de la mitad de todos los establecimientos están abandonados, en ruinas, lapidados, bandalizados, eso no es un turismo sustentable, hemos visto como esta ola va avanzando hacía el Acapulco diamante, en la misma lógica y las mismas condiciones”.

Quuadri señaló que las mismas circunstancias amenazan Cancún que fue una joya del turismo mundial de gran sofisticación y hoy “se está llenado de changarros, centros comerciales abandonados, comercios sin clientes, lapidados, la ciudad está siendo degradada rápidamente”; subrayó que aunque son múltiples los factores que han generado la decadencia, el modelo All Inclusive ha contribuido en gran medida.

El candidato de Nueva Alianza, aunque no lo dijo, pronosticó un negro panorama para el Caribe mexicano cuando Cuba abra sus puertas al mercado norteamericano: “no me quiero imaginar lo que va ocurrir con Cancún sino opta por una estrategia distinta, junto con toda la Riviera Maya, una vez que se concrete la transición democrático y vuelva la actividad económica a Cuba, para convertirse de nuevo en el gran polo turístico del mundo”.

Cancún en el desorden absoluto; es anuncio de su decadencia

Quadri criticó duramente la situación de Cancún: “se ve de manera preocupante y escandalosa en Cancún, que no tiene control, que crece con un desorden absoluto, que ya está asumiendo el caos como su paradigma de desarrollo urbano”, en el que se multiplican los desarrollos habitacionales a decenas de kilómetros del centro de Cancún: “se abren claros en la selva para hacer esos complejos de cientos o miles de casas minúsculas, sin servicio, sin transporte público, en donde está sembrando este desorden y la imposibilidad de quienes trabajan para el sector turístico tengan acceso a servicios públicos, a escuelas, a centros recreativos, deportivos, transporte, movilidad”, sentenció.

Consideró que dicho caos urbano “nos está anunciando la decadencia mundial de Cancún como destino turístico si no hacemos algo para impedirlo. “Si no hacemos algo radicalmente diferente Cancún estará siguiendo la ruta de Acapulco, lo está siguiendo, es algo palpable, (…) está pasando lo mismo en Riviera Maya, en Playa del Carmen”.

Subrayó que el turismo de masas, “la construcción monstruosa a lo largo de la costa de hoteles All Inclusive” ha dejado la destrucción de manglares, selvas, y la afectación de los litorales y playas de Quintana Roo.

Zonas arqueológicas, un mercado inmundo y prostituido

En su evaluación Gabriel Quadri también expuso un negro panorama de los sitios arqueológicos, citó a Chichén Itzá como “complemento fundamental para el turismo en la Riviera Maya y Cancún”, y que a su vez, junto con Teotihuacán, y Palenque, es el centro arqueológico más emblemático de México; sin embargo, “se ha convertido en un mercado inmundo, lleno de vendedores ambulantes, imagínense la imagen que le estamos ofreciendo al turismo extranjero, eso debe de llenarnos de vergüenza como mexicanos, el degradar y prostituir un emblema de la nacionalidad, de la cultura e historia”.

Concluyó que de continuar las tendencias descritas, el turismo en México no tiene futuro, y sólo podrá ser negocio de 5 o 10 años.

Debe fusionarse Fonatur y la Sectur

Finalmente, el candidato de Nueva Alianza, propuso que México tenga una política turística integral de largo plazo competitiva y sustentable, “para eso México necesita inventarse un producto turístico distinto, no solamente en términos de promoción, porque hoy la política turística parece que consiste en sólo hacer promoción, display, videos, anuncios, foros, seminarios, eso no es hacer política turística”, enfatizó.

Propuso la creación de nuevas instituciones, nuevas entidades del gobierno, y la fusión del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR) con la Secretaría de Turismo, en donde el Fondo tenga capacidad de intervenir en los destinos turísticos, “de manera concurrente con los gobiernos estatales y municipales para restaurar centros históricos, regular el desarrollo urbano”.

En las pocas propuestas presentadas por Quadri, el candidato a la Presidencia, apostó por un nuevo “FONATUR que incluya las facultades que tiene hoy la Secretaría de Turismo”, modelo en el que no abundó, pero del que dijo, sería un “sistema de gobernanza que garantice la conservación, el uso sustentable, el orden, bienes públicos de calidad (…) recursos de inversión, y (además) que tenga la manera de intervenir físicamente (en los destinos turísticos)”. (NoticaribeNews)