Laboratorio de drogas distribuía en Cancún y Playa del Carmen

Como todo un centro proveedor de cocaína y marihuana de “Los Zetas” funcionaba el “narco-laboratorio” del fraccionamiento “Santa Fe” porque operaba tres narco-rutas de distribución a gran escala que abarca desde la Zona Hotelera, el centro de la ciudad y hasta Playa del Carmen.

La estratégica ubicación de la casa de seguridad, convertida en un sitio de maquila (procesamiento) de cientos de dosis de droga, era clave para el envío masivo de estupefacientes a las rutas mencionadas.

Eso es debido a que el fraccionamiento mencionado tiene vías de comunicación hacia la zona de playas, así como el primer cuadro de la ciudad y para Playa del Carmen.

Y lo mejor aún, la ausencia total de vigilancia y mucho menos de patrullaje por parte de las autoridades policíacas, lo que les facilitaba sus operaciones de distribución y entrega-recepción.

De ahí la gran importancia en el turbio negocio del narcomenudeo que opera la narcocélula de “Los Zetas” y que se vio frenada por el contundente operativo de los elementos del Ejército que culminó en la captura de dos sujetos cómplices de la delincuencia organizada. Así como del pequeño arsenal de armas y cientos de cartuchos de grueso calibre, vehículos, además de cocaína y marihuana.

La ubicación estratégica del domicilio ubicado en el fraccionamiento mencionado (Supermanzana 524, manzana 7, lote 12) resultaba estratégica para la operación del narcomenudeo. Pues desde ese sitio se realizaba la distribución a gran escala de miles de dosis de droga.

En la casa de seguridad, habilitada como todo un centro de procesamiento de cocaína y marihuana, era común observar el constante movimiento de todo tipo de vehículos, pero sin que se notara la presencia de los ocupantes del domicilio.

Sin embargo, oculta de vecinos y sobre todo de miradas indiscretas, al interior del domicilio se mantenía una incesante actividad para preparar y envasar en pequeñas bolsas de plástico, cientos de dosis de cocaína y de marihuana.

El mercado abierto de cientos de consumidores que requiere y mantiene una demanda constante de estupefacientes, estaba atendido en las tres rutas mencionadas.

Y con ello la gran producción y distribución masiva de droga se mantenía de forma precisa y sin interrupción.

La droga podía llegar de forma masiva y directa a los consumidores de la zona de playas, el primer cuadro de la ciudad y hasta Playa del Carmen.

Una gran mercado de adictos

Y prueba de ello, es que el funcionamiento de narcolaboratorios, en los que se convierten las casas de seguridad y que funcionan como centros procesamiento y de masiva distribución de droga, ocurrió en el mes de enero de este año.

Y fue en la segunda semana (11 de enero) cuando más de cuatro mil dosis de diferentes drogas fueron aseguradas por elementos del Ejército en una casa de seguridad utilizada como centro de elaboración y distribución de estupefacientes, en el fraccionamiento Porto Bello en la Supermanzana 501.

En esa ocasión el cateo inició ya entrada la noche del jueves 12 de enero y derivó de la detención de dos hombres y una mujer que viajaban a bordo de una camioneta de lujo.

Fue la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de la Comandancia de la 34. Zona Militar, que dio a conocer el aseguramiento de cuatro mil 36 dosis de cocaína, marihuana y crack; por parte de efectivos militares de la Guarnición Militar de Cancún.

Además de la gran cantidad de dosis de droga, el Ejército detuvo a dos hombres y una mujer, junto con una camioneta Lincoln Mark, así como dos mini licuadoras usadas para la elaboración de drogas y dinero en efectivo.

El aseguramiento tuvo lugar en la Supermanzana 501, en el fraccionamiento Porto Bello.

Durante el eficaz operativo la camioneta fue interceptada y sus tripulantes capturados.

Las unidades militares ubicaron la casa marcada con el número 97-A del circuito Porto Vento, la cual resultó ser una casa de seguridad utilizada como centro de elaboración y distribución de drogas al menudeo.

En ese lugar, los militares encontraron cientos de dosis de drogas ya embolsadas para ser vendidas como parte de las operaciones del narco-menudeo.

Y al igual que en la casa de seguridad del fraccionamiento Santa Fe, había movimiento de personas, que se conducían con discreción.

Pues en la casa de seguridad de la Supermanzana 501, los vecinos señalaron que “vivían tres parejas, pero también llegaban varios jóvenes todos los días. Decían que eran pintores y que estaban pintando un hotel en la Zona Hotelera, uno de ellos dijo que tenía 22 años, pero que había sido papá desde muy joven y por eso tenía tatuados los nombres de sus ocho hijos alrededor del cuello. Y una muchacha muy bonita era la que se encargaba de ir a buscar la comida para todos y siempre llegaban camionetas y vehículos de diferente tipo”.

En el interior de la casa de seguridad, se pudo apreciar que vivían al menos más de tres personas en el lugar, pues las tres recámaras con que cuenta la vivienda estaban ocupadas.

Cabe señalar que durante el operativo del Ejército en el mes de enero, en la recámara del primer piso, tenía las ventanas completamente tapadas con papel aluminio y en esta habitación, se observaron algunos vendajes.

En otra de las habitaciones, se encontró una receta médica, por lo que alguna de las personas que ahí vivían estaba bajo tratamiento de antibióticos.

En la tercera habitación sobre la cama y el piso, se encontró una gran cantidad de sobres amarillos, de los utilizados para el pago de nóminas. Muy comunes en las narcocélulas del crimen organizado.

En el operativo del Ejército, realizado en el mes de enero, se aseguró lo siguiente:

- Dos mil 500 dosis de marihuana.
- 345 dosis de cocaína en piedra.
- Mil 191 dosis de cocaína.
- 2 mini licuadoras.
- Mil 100 pesos en efectivo.
- Una camioneta Lincoln Mark.