Al interior del sindicato de taxistas Andrés Quintana Roo hay abierta tolerancia, porque además se han detectado taxis clonados y no ha presentado las denuncias respectivas y eso alienta una actividad delictiva más a favor del crimen organizado que ejerce un control directo contra los taxistas.

Cabe señalar que en un lapso de cuatro meses se han registrado 18 acciones del crimen organizado relacionadas con taxistas y unidades del sindicato Andrés Quintana Roo.

Por si fuera poco, en el gremio sindical no han actuado y mucho menos han impulsado sanciones directas a quienes son detenidos por las corporaciones policíacas sirviendo a la delincuencia organizada y les dejan la puerta abierta para seguir delinquiendo.

Hay una preocupante y triste imagen que enmarca la actividad del transporte de alquiler y que durante meses ha empeorado por la pasividad que prevalece al interior del gremio sindical.

Apenas el pasado 3 de abril se registró la triple ejecución en terrenos de la colonia irregular “Generación 2000”, ahí mismo cerca de los cuerpos fue ubicada una camioneta tipo Expedition, habilitada como taxi con placas 3937 y con número económico 3739. Así como dos vehículos particulares.

Pocas horas después fueron capturados seis sujetos, quienes llevaban varias armas de fuego, numeroso cartuchos, así como 13 teléfonos, entre celulares y Nextel.

Todos ellos viajaban a bordo del taxi 0415.
Hasta la fecha nadie del sindicato de taxistas se ha pronunciado al respecto.

Y no asumen su verdadera responsabilidad para sanear y depurar a los malos elementos que han contaminado al sindicato de taxistas. Lo malo es que han pasado de un gremio de choferes a una agrupación de sujetos de turbios antecedentes, en donde lo mismo éstos se convierten en tiradores y proveedores de drogas, hasta informantes de las narcocélulas que operan en esta ciudad.

Apenas hace una semana desde la misma presidencia municipal, Julián Ricalde Magaña ofreció participar de forma directa para llevar a cabo acciones directas que eviten la infiltración de sujetos ligados a actividades delictivas, como taxistas.

Pero nada ha ocurrido. No hay respuesta y no pasó de una reunión más entre la directiva del sindicato Andrés Quintana Roo, que preside Heildelberg Oliver Fabro, con las autoridades municipales.

La reunión se realizó ante los recientes casos de taxistas involucrados en la comisión de delitos, algunos de alto impacto, como el narcotráfico. Por lo que las autoridades municipales de Benito Juárez pidieron formalmente al sindicato Andrés Quintana Roo, un mayor control de los “martillos” u operadores como también se les conoce.

La solicitud se hizo durante la mañana del jueves 19 de abril que se llevó a cabo en un restaurante en la que estuvieron el alcalde Julián Ricalde Magaña y dirigentes de la agrupación taxista.

Ahí el gobierno municipal reiteró su postura de brindar todo el apoyo necesario para que el sindicato de taxistas ubique a los “martillos” infiltrados con el crimen organizado.

Pero hasta el momento no hay respuesta concreta por parte del sindicato.

En ese encuentro, los representantes de la comuna benitojuarense consideraron que se deberían tener filtros y mayor control por parte de los supervisores, así como aplicar sanciones a personas que, manifiestamente, prestan o por apatía no vigilan quién tiene sus unidades.

El caso más reciente fue el intento de ejecución de Jesús López Jiménez, ocurrido el pasado 16 de abril. El sujeto recibió un impacto de bala en la espalda a manos de un comando armado afuera del bar Los Magueyes, sobre la avenida López Portillo, en la Supermanzana 63.

Ese mismo día pero por la mañana apareció el cuerpo ejecutado de Juan Diego Farfán Peraza, supervisor de una base de la Zona Hotelera. Este taxista era buscado por la Policía Judicial del Estado (PJE) como sospechoso de “señalar” al joven Ricardo Daniel Rodríguez Villasana, quien fue ejecutado el 27 de marzo a plena luz del día frente al hotel Ibis.