Más de 500 feminicidios se han registrado a lo largo de 8 años en Quintana Roo, cifras que año con año van en aumento, ya que es uno de los 10 estados con más casos en el país, lo cual es motivo de preocupación.

De acuerdo a los datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), la tasa de defunciones por homicidios a nivel nacional, del 2007 al 2010, pasó de 2 a 4.4 por cada cien mil mujeres, es decir, las cifras se duplicaron.
Sólo entre el 2007 al 2009, en las 32 entidades federativas, se registraron 3 mil 500 muertes.

Y del 2009 al 2011, se han cometido 4 mil 379 femenicios en 17 entidades federativas, incluido Quintana Roo, según la Organización Nacionales Unidas (ONU), misma que ha externado su preocupación porque se han registrado cifras históricas de violencia y feminicidios, que están impactando la seguridad, vida y salud de las mexicanas.

La impunidad de las autoridades en todo el país ha propiciado una de las épocas más sanguinarias y oscuras en México.

Es importante hacer hincapié, que los feminicidios que se han presentado a nivel nacional, durante el tiempo que ha estado el espurio Felipe Calderón Hinojosa en la presidencia de México, se triplican con relación a los casos presentados durante los primeros tres años del gobierno de Salinas, Zedillo y Fox.

En México, en los últimos cinco años, se ha recrudecido la violencia en todas sus formas, especialmente el perpetrado contra las mujeres. Hoy por hoy se cometen cuatro a cinco homicidios contra mujeres por día.

La impunidad y debacle del sistema legal mexicano no es propio del norte de México, sino de toda su geografía y pese a que las estadísticas son un frío acercamiento a una realidad insoportable, datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) indican que en los últimos 25 años “han sido perpetrados en México al menos 34 mil feminicidios”.

A lo largo de la historia, los feminicidios han dado de qué hablar y más que eso han generado que las autoridades mexicanas atiendan el grave problema que representa la violencia de género, la cual va en aumento.

De 1942 a la actualidad, la sociedad mexicana ha sido testigo de feminicidios perpetrados por sujetos como “Goyo Cárdenas“ el homicida del barrio de Tacuba, “El Chalequero” de Río Consulado, “El Asesino del Bordo de Xochiaca”, en 2006 “La Mataviejitas”, “El Poeta Caníbal de la Guerrero” y ahora “El Coqueto“, chofer de microbús que asesinó a siete mujeres y a este podríamos sumarle como uno de tantos más que existen, el de Jorge Rosales Piña, asesino de al menos cuatro mujeres en la ciudad de Chetumal, tres de ellas enterradas en el patio de su vivienda en la colonia Solidaridad.

Cabe señalar que no todos los homicidios en contra de mujeres se consideran feminicidios, los mismos están relacionados con la violencia de género, es decir, acciones o conductas que causan muerte, daños o sufrimiento físico, sexual o psicológico a las mujeres.

No obstante, desde el año 2007 la Ley General de Acceso de las Mujeres de una Vida Libre de Violencia, prevé los principios jurídicos sustentados en los derechos humanos, y busca que el Estado garantice a las féminas: libertad, integridad, dignidad y seguridad.


En Quintana Roo, más feminicidios de los que se reportan en la Procuraduría

En el caso específico de Quintana Roo, en ocho años (2003-2011), 547 mujeres fueron asesinadas en Quintana Roo; el 65 por ciento de los casos ocurrió en Cancún.

Según esta información, proporcionada por la Comisión de Equidad de Género del Congreso del Estado, la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) la mayoría de los casos fue provocada por la pareja sentimental de la víctima.

Y es que se habla de una cifra mucho más elevada, pero lo grave es que la conformación de los expedientes de varios de estos crímenes han sido integrados de tal forma, que no alcancen a clasificarse como feminicidios. Por lo que en el Estado no hay un número totalmente real de los casos que se han presentado.

Y para muestra, los lamentables hechos ocurridos contra el sexo femenino en la ciudad de Chetumal, mismos que desde el pasado año un tipo, psicópata, de más de 30 años, venía cometiendo asesinatos seriales en contra de mujeres jóvenes.

Preso desde hace unos días, confesó los atroces crímenes que se le imputan, hasta hoy cuatro asesinatos por estrangulamiento y violación.

Lo anterior, deja entrever lo vulnerable que a veces el sexo femenino puede estar ante personalidades tan aberrantes como el antes mencionado.

Pero no nada más en la parte sur de Quintana Roo se han presentando dichos casos atroces, sino en la zona centro y norte del Estado. No es raro que al año, nos enteremos de más de un asesinato de mujeres a manos de sus parejas, por desconocidos, etc.

Salvajemente golpeadas, violadas, estranguladas entre otros, han sido encontrados los cadáveres de miles de mujeres a lo largo del tiempo en la República Mexicana. Muchas veces de ellas, nunca se da el paradero de esas mujeres, tal como en su tiempo sucedió consecutivamente en la zona norte del país, específicamente en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Cuando se reporta la muerte de las mujeres con hechos violentos al interior del hogar, se emiten reportes por otras causas y no se confirma que fue un feminicidio. Sin duda, existen grandes atrasos en cuanto a la procuración de justicia y temas que han quedado pendiente con el paso de los años.

Finalmente, cabe decir que el feminicidio no ha sido tipificado como delito en nuestro Estado, peri ya hay voces que consideran que debe considerarse delito, debe perseguirse de oficio y el Estado debe garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.